jueves, 18 de septiembre de 2008

Desde mi umbral

Amigos, colegas, cumpas

En estos días, me ha tocado desde San José de Chiquitos seguir la estela del diálogo nacional, entenderán que en términos televisivos acá sólo tengo 4 opciones; Unitel, Red UNO, ATB y Canal 7; lo que implica que el zaping es corto, pero a la vez no hay escapatoria a ver y oír absolutamente todo y de todo, y eso me permite hacer el siguiente análisis:

En el ámbito internacional, las regiones la tenemos perdida irremediablemente, ya no somos altos, rubios, terratenientes, latifundistas, oligarcas, separatistas; ahora somos.. "cívico- golpistas", y hasta los compañeros que comulgan con la ideología del MAS, saben que esto es un exceso y un desconocimiento de la identidad y el derecho de las regiones a expresarse.

En el ámbito nacional, el gobierno como siempre desdobló su personalidad, y ahora es gobierno por un lado, y movimientos sociales por otro, donde las acciones de uno no alcanzan a la responsabilidad del otro. (esquizofrénico pero cierto).

En el ámbito local, no se multiplicaron los interlocutores, y todo se concentró en Rubén y Branco, por tanto al estar negociando, desapareció "la voz del pueblo", y al final parece un movimiento de pocos. Y conste que no veo en ellos ni en sus intereses el ideal cruceño, sino que son actores circunstanciales del algo mucho más grande; el autogobierno.

La estructura política y comunicacional del gobierno sigue apuntando al escenario de la confrontación de manera flagrante e irresponsable; dos ejemplos: las marchas en descanso hacia Santa Cruz más la de los mineros hacia Cbba, y la vergonzosa actitud de Amalia Pando, que ayer en su programa presentó una parodia del diálogo con una canción de Pimpinela, donde el Conalde le pide a Evo dialogar, y el le dice que se vaya.

Entonces, con pucho en mano, plaza de por medio y con vista al frontis de la iglesia de la primer misión jesuítica en estos llanos, creo que hemos llegado a un momento en que esta lucha ya no se trata de afectos, percepciones o estrategias, sino de principios propios, internos; donde la fuerza para mantenerse en paz y democracia, y con convicción que el modelo autónomo es válido (en mi caso particular), no se alimenta de reconocimientos externos o de concesiones internas, sino de la introspección personal que te asegura que la opción tomada es la cierta, y que la fuerza del individuo es la fuerza de millones.

Por eso me reafirmo en mis valores, democráticos y humanistas, y mis opciones por elegir el modelo de gobierno que mejor crea para mi región, ya que para mi país no alcanza mi opinión, e invoco, a quien quiera sentirse invocado, a volver al cuarto oscuro de la conciencia y los principios individuales, para tomar valor y mantener el espíritu en estos momentos en que la mierda nos llega al cuello, y donde las secuelas de la catástrofe serán para todos.